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Tradiciones de Zapotlán

Conoce aquí algunas de nuestras tradiciones.

Viernes de Dolores

El Viernes de Dolores, en los barrios de esta nuestra ciudad, el pueblo indígena celebra a la Virgen del los Dolores con encendidos, donde, a parte de muy sabrosa comida, obsequian variedad de aguas frescas, y cuando algún visitante llega, pregunta: ¿llora la Virgen? La contestación es que luego le ofrecen jarros de agua ya sea de jamaica o tamarindo, arroz y otros sabores. Antiguamente se sabía fácilmente donde se celebraba una dolorosa, ya que en la parte exterior de la casa se instalaba un gran arco, hecho a base de carrizos y adornado con gran variedad de frutas, verduras y bebidas.

Santa Cruz

Lo mismo el día 3 de mayo desde muy temprano, a eso de las tres de la mañana, esporádicamente se dan a escuchar truenos, lo que quiere decir que están invitando a que visiten donde se esta celebrando la Santa Cruz, se arriman las personas y les ofrecen canela si es en la mañana, un poco más tarde desayuno y al medio día la comida, misma que es a base de sopa de arroz, mole rojo aguado, la sabrosa sopa de pan del indio, frijoles y, por supuesto, también llora la Cruz. Hay que hacer notar que las famosas cruces son, la Cruz Blanca, que existe en la cumbre; la Cruz Verde, que se localiza al lado izquierdo del camino que conduce al Calaque; la Cruz del Pastor; la Cruz de la Reja, y otras que se pierden en la memoria, no obstante que existen muchas más. Los albañiles en este día 3 de mayo celebran su día, por supuesto este día ellos lo guardan como sagrado, lo que quiere decir que ellos no trabajan en este día, porque la Cruz llora, no agua fresca, sino ponche de granada, dra (agua y alcohol) y guachicol (agua, alcohol, limón y azúcar).

Toro de Petate

En algunas actas de Cabildo del siglo pasado nos hablan del famoso Toro de Petate, que se jugaba para el día 2 de febrero, día de la Candelaria; se confeccionaba con una fuerte armazón de carrizo, se forraba con uno o dos petates, se le ponían cursan y se formaba la cabeza del animal, en la parte media del lomo tenía un gran agujero donde se introducía un individuo, y ya estaba listo para torearlo, tradición que se termina porque los propios indígenas se tomaban buenos buches de ponche, y cuando se presentaba la hora andaban más para otro lado que derechos, se suscitaban riñas y el resultado muchas veces era desastroso, a veces corría sangre y, por supuesto, algún muertito.

Enrosos

Vienen luego los Enrosos, esto en la actualidad se puede ver, sobre todo en octubre; se confecciona con flores de cempoalxochitl, se ensarta con pabilo armando rosarios de la misma flor para formar una especie de cortina que forjan en una lata, la que cuelgan en la parte superior de los ingresos del templo, donde se celebra alguna fiesta del santo de la misma. En Zapotlán el Grande los podemos ver en las puertas de Catedral en las vísperas de la gran fiesta Josefina.

Los Acabos

Los Acabos. Estos los celebran los agricultores al terminar las labores, y consisten, en que el día que terminan la siembra o sea el barbecho la siembra propiamente dicha , la escarda y la paleta; cuando terminan este paso en las labores, adornan las yuntas de bueyes con arcos de carrizo, con banderitas de papel picado y en la parte media ponen una imagen de San Isidro Labrador, y se dirigen a la casa del dueño de la siembra, potrero, parcela, etc. Y lo celebran con cohetes, música, mariachi o banda de viento, buen pozole y ponche de granada. Cuando el dueño de la labor es pobre, la música, si bien les va, es con la Chirimía y se celebra con bebeta de dra rebajado y guachicol que consiste, en agua azucarada con limón, o simplemente sola el agua endulzada con sendos chorros de alcohol , es sabroso y sobre todo barato, ya que con uno, dos o tres y hasta cuatro vasos se llegan a poner como churumbelas (o como dicen ahora, como arañas fumigadas).

Los Sonajeros de Zapotlán

El origen del vestuario es de Tuxpan, Jalisco, adoptado por los zapotlenses a partir de 1894, año en que se inicia la tradición del sonajero en Zapotlán el Grande. Ésta es originada en nuestra ciudad por la familia De la Cruz, orgullosamente indígenas de abolengo.

El vestuario consiste en camisa de manta adornada con chaleco de listones de seda de múltiples y brillantes colores; calzón terminado en polainas rojas; calzonera negra con bordados y aplicaciones en chaquira, asegurada a la cintura por ceñidor de color rojo. Sombrero de palma blanca y huaraches al calzado.

La sonaja, bastón de madera torneado en cuyos huecos se arman rodajas metálicas o chichines, producen sonido rítmico y uniforme que imprime a esta danza gran fuerza y precisión.

La sonoridad de las sonajas reúnen, cual repique, a todos los habitantes que se contagian de la alegría y devoción y bailan a la entrada del templo, por las calles en procesión, en la casa del patrocinador de la fiesta, llamado "Mayordomo", que agasaja espléndidamente a los participantes.

La música de esta danza, expresiva, rítmica y variada se ejecuta con dos instrumentos: flauta y tamborcillo de doble parche, que al unísono toca el llamado "Pitero".


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